El Real Oviedo dijo adiós a la Segunda División en 2003. Desde entonces han pasado siete años muy duros, cuatro en Tercera y tres en Segunda B. Este histórico club puede presumir de haber jugador 38 temporadas en Primera y 38 en Segunda.
La primera vez que se enfrentó al Real Murcia fue en Segunda, en la temporada 1929-1930. Murcianos y ovetenses formaron parte de la lista de 30 clubes hispanos que fundaron la Liga. El enfrentamiento copero de esta noche es el séptimo entre ambas escuadras a lo largo de la historia. Esa historia que ahora parece importarle tan poco a algunas personas.
Los ovetenses han tenido equipazos que han brindado un fútbol magnífico, el que me tocó vivir a mi fue el Oviedo de Antic, con aquella mágica eliminatoria de UEFA contra el Génova, de los Bango, Carlos Muñoz, Berto y Rivas y luego llegaron Onopko, Dubovsky, Jokanovic, Dely Valdés y Paulo Bento.
Su estadio, el Nuevo Carlos Tartiere, es un pecado que resida en la categoría de bronce. Su afición es de Primera y sus seguidores soportan la alargada sombra del Sporting de Gijón, sempiterno rival de los azules. El oviedismo lucha por salir del infierno de la Segunda B, algo que, como podéis comprobar leyendo un sucinto resumente de su historia reciente, es realmente complicado.
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