Medhi Nafti, centrocampista del Real Murcia, admitió a Real Murcia Radio que el equipo mostró empaque y solidez, pero los errores en los momentos claves han provocado que los granas no consiguieran ningún punto en el Sardinero: "Hemos hecho un partido muy serio ante un rival difícil. De hecho, hemos conseguido que ellos se pusieran nerviosos. Pero hemos cometido errores de niños y aún seguimos verdes. De un córner a favor no nos pueden hacer un gol a nosotros. Hemos defendido mal. Nos vamos de vacío, pero la base es sólida. Hemos mejorado mucho y seguimos con confianza para salvarnos. Quedan 13 partidos y confío en que el equipo va a dar la cara".
El franco-tunecino se enfrentó al Real Racing Club de Santander, equipo en el que estuvo cinco temporadas: "Estaba mi familia en la grada. Aquí he dejado muchos amigos. Siempre es una ciudad me ha dado mucho cariño y no lo puedo olvidar. Me enorgullece el trato que recibí aquí en el tiempo que estuve. En Santander me he hecho futbolista y hombre. Pero lo más importante es el Murcia y me voy sin nada. Les deseo mucha suerte, pero primero nos tenemos que salvar nosotros".
2 comentarios:
Hablando de errores de niños, lo de Jonathan Gómez no tiene nombre. Menudo cabreo cogí.
Este jugador, que en principio de lleno de esperanzas, para mi, está siendo una decepción.
Cada partido me gusta menos.
No voy a cargar las tintas solo sobre él, aunque el segundo gol es culpa suya, hay otros jugadores que no estuvieron a la altura.
Saúl Berjón, que me dejó anonadado en Nueva Condomina con su sobresaliente actuación, estuvo horroroso, perdiendo balones por doquier.
Nico, jugador que me encanta, estuvo desdibujado, poco participativo, y tuvo una mala actuación. Tiene mucho más de lo que dió.
Matilla, pese al zapatazo, estuvo bastante lento e impreciso, y ojo, lleva así unos cuantos partidos.
Kike, una Isla. Jugar con un delantero y sin bandas, es un suicidio colectivo. Ánimo chaval.
Emilio, para mi, el mejor de todos, el más participativo. Estaba un peldaño por encima del resto.
Un partido que JAMÁS se debió perder, y que se tiró por la borda en la segunda parte.
Y Nafti en Murcia no es ni la sombra de lo que fué.
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