 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
Alineación del Alcorcón: Manu; Nagore, Babin, Laguardia, Ángel Sánchez; Fernando Sales, Abraham (Fernando Morán 76'), Sergio Mora, Juli (Camille 65'); Miguélez (Juanito Calahorro 92') y Oriol Riera.
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
Matilla estaba postrado en el terreno de juego, doliéndose por un fuerte golpe. En menos de diez segundos ya le habían dado un buen golpe al toledano. Toda una declaración de intenciones. Un aviso que se convirtió en realidad. El Alcorcón empleó un fútbol duro y agresivo que Piñeiro Crespo fue incapaz de frenar.
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
El Real Murcia no aprendió a navegar en un mar revuelto, que minuto a minuto le iba destrozando su barco grana. En la primera parte el balance ofensivo pimentonero fue muy pobre. Sutil lanzó alto, dentro del área rival, un disparo que podía haber hecho mucho daño a Manu (29'). Fue Quique García quien generó dicha oportunidad al desmarcarse por la banda derecha y ceder un excelente pase al jienense. Una acción calcada al gol del Alcorcón, firmada por Sutil, no sirvió para el empate. La fortuna le dio esquinazo al bando rojo.
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
En la segunda parte los alfareros pudieron sentenciar pero Miguélez falló en el uno contra uno y su tiro no encontró los tres palos (50'). El Real Murcia contestó con un magistral pase de Acciari que Molinero no rentabilizó al chutar al lateral de la red local (53').
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
El más importante fue un disparo a la media vuelta de Quique García, dentro del área pequeña madrileña, que se estrelló en un rival. Fue la ocasión más peligrosa de la segunda mitad para los murcianistas.
 |
| Foto: Miguel Ángel Ayala |
A pesar de tener un jugador más, el Real Murcia sufrió para someter al Alcorcón, los cambios no surtieron efecto alguno y los locales se dedicaron a matar el partido con faltas y pérdidas de tiempo. Los murcianos no supieron interpretar un partido muy complicado que en Segunda va a repetirse hasta la saciedad.
PD1: Nafti, que vio la quinta amarilla, dijo que Bordalás le insultó: "Moro de mierda".
PD2: Quique García sobre lo de Bordalás: "Es un sinvergüenza y allá su conciencia", dijo en Onda Regional.
PD3: Suti fue el jugador más destacado, generó muchas faltas a favor del Real Murcia y estuvo muy cerca de marcar. Hubo momentos en los que se echó el equipo a las espaldas y se convirtió en el objetivo de la grada local, desquiciada con él.
PD4: Después de tantos partidos sin jugar de titular, me impresionó el nivelazo ofrecido por Quique García. Le faltó el Ruso a su lado.
PD5: Saúl Berjón no aprovechó los minutos que tuvo como titular.
3 comentarios:
Creo que Saúl Berjón es el nuevo Abraham Noé de hace dos temporadas en 2B. Mucha velocidad, mucho ruido... pero pocas nueces.
Nos faltan extremos puros de verdad. Solo tenemos a Sutil.
Y hace falta otro central. Con 3 centrales estás siempre al borde del alambre. A ver que tiene Mauro.
si en su camiseta tiene puesto el nombre de kike..por que te empeñas siempre en poner quique??? puede que sea tu nombre,..pero no el que el tiene.
De todos es sabido cómo juegan los equipos de ese individuo al que solo le gusta el fútbol si lleva delante el prefijo "anti". Por eso no entiendo a qué vienen ahora las quejas, cuando Siviero se ha pasado toda la semana advirtiendo de lo que se iban a encontrar en Alcorcón, un partido guerrero con un ejército en las trincheras, todo sucio, y que habría que jugar, como mínimo, con la misma intensidad que el rival o luchar cuerpo a cuerpo. Por eso tampoco entiendo que si se quiere subir nuestro equipo no se ponga el casco y el mono de trabajo o la guerrera si se sabe que habrá una guerra de este tipo en lugar de un partido de fútbol. Ésta es la segunda. Avisados estaban, y estamos... Es dudosa y triste la inclinación de nuestros jugadores a entrar en los partidos como si ya estuviesen ganados en el minuto uno. Dicen que los humanos somos los únicos seres de este planeta empeñados en tropezar siempre en la misma piedra. Lástima.
Publicar un comentario