Derrota milimétrica

El Real Murcia perdió 0-1 contra el Girona FC en la Nueva Condomina en la duodécima jornada de Liga. Un gol de Benja en el minuto 52 dio la victoria a los catalanes. Los de Siviero cayeron derrotados en su propio estadio por primera vez y suman su segunda derrota consecutiva. Los pimentoneros son novenos y están a dos puntos de los puestos de promoción por el ascenso.

Foto: Miguel Ángel Ayala

Alineación del Real Murcia: Javi Jiménez; Molinero, Catalá, Mauro Dos Santos, Óscar Sánchez; Acciari (Eddy 45’), Matilla; Emilio Sánchez (Saúl Berjón 68’), Nicolás Martínez (Cristian García 56’), Sutil; y Quique García.

Alineación del Girona: Dani Mallo; José, Migue, Chus Herrero, David García; Marcos Tébar, Luso, Jandro (Kitoko 82’), Juanlu Hens, Felipe Sanchón (Jofre 45’) y Benja (Acuña 72’).

· Crónica de Luis María Valero

Acciari remata de cabeza en el primer palo una falta lateral botada por Sutil. Dani Mallo detiene el balón bajo, centrado, pero se le escapa y da la sensación de que puede haber traspasado la línea de gol. El asistente no es de la misma opinión. Ocurrió a mediados de la primera parte, cuando el 0-0 estuvo a milímetros de romperse a favor del Murcia. No fueron muchas más las pulgadas que decidieron que el remate de Benja en el 52 se colara por el ángulo más íntimo de la portería de Javi Jiménez tras golpear en un poste. Se trataba de una nueva demostración de que contra el Girona, definitivamente, no acompañan los detalles.

Foto: Miguel Ángel Ayala

El Murcia comenzó el partido a un buen nivel, combinando con cierta fluidez y logrando conectar con Nico en la mediapunta. El argentino firmó un par de eslaloms reseñables. Uno de ellos habilitó a Matilla para que este lo probara desde fuera del área con un fuerte chut raso que Dani Mallo atajó sin demasiados problemas, mientras que el otro fue culminado por el propio Nico con un disparo cruzado y flojo que el meta rival también logró blocar. Pero ese comienzo prometedor se difuminó pronto para dar lugar a un juego inocente en ataque e indolente en defensa. El Girona se creció, raseando bien y con un colosal Marcos Tébar merendándose el centro del campo. Él y Felipe Sanchón pudieron inaugurar el marcador antes, pero Javi Jiménez logró detener con una gran estirada el tiro de Tébar al borde del área, y Sanchón remató fuera de sorprendente taconazo desde el punto de penalti un gran pase atrás de David García después de que este desbordara a Molinero.

Foto: Pepe Valero

Entonces llegaría el cabezazo de Acciari que sembró la duda del posible gol, y que se sumó a las numerosas acciones con las que el Murcia pudo marcar a balón parado, tanto en esa primera parte como en la segunda. Prácticamente todas las oportunidades del Murcia llegarían de esta manera.

Foto: Miguel Ángel Ayala

Tras el descanso, Eddy entró por Acciari, pero el centro del campo del Girona seguía en pantuflas, muy cómodo. Así, en uno de los precisos contragolpes visitantes llegó el gol. Juanlu aprovechó un nuevo despiste de Óscar Sánchez para resucitar un balón muerto en la esquina del área y servirlo a Benja para que este marcara a bocajarro.

Foto: Miguel Ángel Ayala

Siviero apostó por Ruso y Saúl para la reacción, y esta llegó reflejada en un incremento de intensidad y pelea, pero no de juego. Precipitado, el equipo apenas hiló jugadas de peligro, y casi todas las que fabricaba morían en frustrantes fueras de juego de Quique y Ruso. Sutil, muy activo, sí logró provocar numerosas faltas laterales y corners que estuvieron a punto de traer el empate. Catalá y Mauro Dos Santos lo intentarían con sendos cabezazos a medidos servicios del jiennense, pero apareció nuevamente Dani Mallo. El meta tendría una intervención especialmente meritoria tras disparo cruzado de Ruso, cuando el partido ya agonizaba.

Foto: Pepe Valero

En los seis minutos de tiempo añadido que Valdés Aller concedería llegó el broche negativo, cuando Eddy vio la roja directa por un encontronazo con un rival que pareció un simple choque fortuito de cabezas. A la desesperada, el equipo lo intentó hasta el final, pero los balones colgados con urgencias nunca encontraron rematador. Por milímetros.

Foto: Miguel Ángel Ayala