Onésimo afronta su regate más apasionante

· Artículo de Alberto Gómez

Onésimo Sánchez González, apodado “One” y el “Chincheta”, natural de Valladolid y con 44 años hasta que cumpla uno más el próximo 14 de agosto de 2013, es el hombre elegido por los hermanos Samper para revertir la delicada situación en la que se encuentra inmerso el Real Murcia después de la última derrota en Huesca. El equipo grana está solo dos puntos por encima de los puestos de descenso y Onésimo llega al club con el objetivo de retomar la senda del triunfo y devolver al conjunto murciano a las posiciones de privilegio y más desahogados. Para ello, este técnico que viene de pasar las dos últimas temporadas en blanco y fuera de los banquillos, intentará plasmar toda la experiencia que atesoró durante los 16 años que estuvo como jugador profesional en los equipos del Real Valladolid, Cádiz, Barcelona, Rayo Vallecano, Sevilla, Burgos y Palencia.

Precisamente en el club palentino fue donde comenzó su andadura fuera de los banquillos en calidad de director deportivo de la entidad castellano-leonesa con la que logró el ascenso a la Segunda División B en la temporada 2002-2003 después de lograr la victoria contra el Navalcarnero en el quinto partido de la Liguilla de Ascenso. Por aquél entonces, el entrenador del Palencia fue Alfredo Merino, quien ocupó el cargo por petición expresa de Onésimo, siendo éste el principal valedor de Merino para su entrada en el organigrama técnico del Real Valladolid con anterioridad. Aquí un video interesante sobre él.

Debut en los banquillos 

Después de pasar dos años en Palencia, Onésimo vivió su primera experiencia como entrenador en el filial del Real Valladolid en la temporada 2005-2006, con el que logró la permanencia en Segunda División B. A la temporada siguiente, repitió éxito, aunque en esta ocasión los blanquiazules tuvieron que eliminar al Valencia Mestalla en un duelo por evitar el descenso a Tercera División.

Después de su primera experiencia en el club de su vida, se enroló en la aventura del Huesca, conjunto del que se hace primer entrenador en la temporada 2007-2008 después de la marcha del veterano Manuel Villanova al Real Zaragoza. Onésimo cogió las riendas del club oscense en la jornada 28 y se encuentró al equipo segundo clasificado en el Grupo II de Segunda B con 49 puntos. Con “One” al frente, el Huesca completó los diez partidos restantes de la Liga regular con un bagaje de cinco victorias, tres empates y tres derrotas y terminó el campeonato segundo con 67 puntos empatado con la Poferradina, que acabó líder.

Aún así, el éxito de Onésimo se concretó en el mes siguiente a la finalización de la Liga con el ascenso a Segunda División después de superar al Gavá (1-1 en Huesca y 2-2 fuera) y al Écija Balompié en la eliminatoria definitiva (2-0 en Huesca y 1-1 fuera).

No obstante, Onésimo no siguió al frente de la nave aragonesa en su nueva andadura en Segunda y volvió al Rael Valladolid para entrenar a su filial en la categoría de bronce. En esta ocasión, el “Chincheta” no pudo repetir éxitos anteriores y el Pucela B descendió a Tercera División después de terminar el campeonato como penúltimo clasificado con 36 puntos, a nueve de la salvación que marcó el Sporting de Gijón B con 45 puntos. El equipo de Onésimo marcó 32 goles y recibió 61, convirtiéndose en el club más goleado del grupo.

Mala experiencia en Primera 

A pesar del descenso, en la temporada 2009-2010 Onésimo siguió al frente del Real Valladolid B en Tercera y se le brindó la oportunidad de su carrera con la destitución de José Luis Mendilibar como entrenador del primer equipo después de empatar a uno contra el Almería. La directiva vallisoletana encomendó a “One” el objetivo de lograr la permanencia del equipo y el entrenador abandonó el filial el 1 de febrero de 2010 dejando al conjunto filial como líder de su grupo en Tercera con solo una derrota en contra. No obstante, su andadura en Primera División no concluyó de forma exitosa. Onésimo tomó el relevo en el banquillo cuando el Valladolid estaba en el puesto 17 con 18 puntos, uno más que Tenerife y Zaragoza que determinaban el descenso a Segunda. Su andadura duró diez partidos en los que el Pucela solo ganó uno, empató tres y perdió seis logrando únicamente seis puntos sobre treinta posibles y hundiendo al equipo en la penúltima posición con 24 puntos a siete del objetivo de la permanencia. En los diez partidos de Onésimo en Primera, el Valladolid marcó seis goles y encajó 17. Finalmente, el club blanquivioleta bajó a Segunda de la mano de Javier Clemente en el banquillo.

Tras esta experiencia en Primera División, Onésimo también se estrenó en Segunda con su vuelta al Huesca para la temporada 2010-2011. Con el equipo oscense, logró el objetivo de la permanencia al terminar el campeonato en el puesto 14 con 55 puntos, nueve por encima del descenso que marcó el Salamanca con 46 puntos. El equipo aragonés ganó 13 partidos, empató 16 y perdió otros 13 con 39 goles a favor y 45 en contra. Al respecto, resulta llamativo como Onésimo consiguió que el Huesca encajara solo un gol más que el Real Betis, que acabó ascendiendo como campeón, pero también que sólo Albacete, Gimnástic de Tarragona y Ponferradina marcaran menos goles.

Desde el ejercico 2010-2011 no se sentaba en un banquillo Este verano negoció con el Real Murcia y con el Rayo Vallecano. Onésimo, que buscará recuperar buenas sensaciones en el Real Murcia.