Onésimo apuesta por el 4-4-2 para armar al equipo

· Artículo de Alberto Gómez

El Real Murcia celebró este martes sus primeras sesiones de entrenamiento obligatorias para preparar su próximo partido contra el Real Recreativo de Huelva. Lo hizo en las instalaciones de Cobatillas por partida doble de mañana y tarde a las órdenes de Onésimo, en su debut como primer entrenador grana, y el preparador físico de la confianza del vallisoletano, Xavi Bartolo.

Sin embargo, la jornada comenzó con una reunión en el vestuario entre Juan Antonio Samper, vicepresidente del Murcia, Chuti Molina, coordinador deportivo de la entidad, y el nuevo técnico con la plantilla. El encuentro se extendió durante 20 minutos y en él Juan Antonio Samper presentó a los jugadores el que será su nuevo entrenador.

Además, antes del inicio de la sesión preparatoria, el vicepresidente también charló en privado con Víctor Alonso, gerente del club, por el césped del campo principal de entrenamiento. Desde la grada de Cobatillas se pudo ver una discusión acalorada de Juan Antonio Samper con un sorprendido Chuti Molina.

Por otra parte, en la sesión matinal, Saúl Berjón trabajó al margen del grupo por estar todavía renqueante de los problemas odontológicos que arrastra desde la semana pasada y realizó series de carrera continua en el campo anexo bajo la supervisión de Molina, recuperador físico del equipo. Asimismo, Mauro Dos Santos no participó del entrenamiento.

Foto: Miguel Ángel Ayala

El resto del conjunto empezó realizando unos pases de balón desde media distancia en el campo de fútbol anexo y siguió trabajando en grupos de cinco jugadores que formaron un rondo en el que todos menos uno debía pasar el balón a un compañero, primero a dos toques y luego a solo uno para dotar de rapidez a la movilidad del esférico. Aquél jugador que fallaba el pase debía seguir el ejercicio en el rondo de al lado desempeñando el papel de robador. En esta práctica participaron todos los porteros a excepción de Simón Ballester, meta del filial.

Estilo de juego 

Una vez terminada esta actividad, la plantilla se trasladó al campo de entrenamiento principal y Onésimo explicó a sus pupilos de qué manera quiere que jueguen los partidos: “Vamos a estar muy juntitos a la hora de robar el balón y muy abiertos para salir y atacar. Nada de meterse atrás muchachos; para adelante todo lo que queráis”. De igual manera, recalcó la importancia de lograr el triunfo: “Cada gol en contra, el equipo que lo encaje hará 50 abdominales, el que pierda que se joda, a mí no me gustan los que pierden”. Bajo estas premisas, el técnico dispuso dos equipos de diez jugadores que formó de acuerdo con el sistema 4-4-2 que adelantó que será la estructura básica que siga el Murcia. Durante el juego, el entrenador alabó la visión de juego y el buen desplazamiento en largo que demostró Matilla y la eficacia en el robo del balón que tuvo Tagliafico.

Foto: MÁA

Por otra parte, y ante la falta de atacantes, el portero Simón Ballester hizo las funciones de delantero de uno de los equipos. Asimismo, el resto de guardametas de la primera plantilla, Javi Jiménez, Alberto Cifuentes y Fernando Martínez, trabajaron en el campo anexo a las órdenes de Avelino Viña, quien planteó una serie de ejercicios físicos y paradas.

Foto: MÁA

Por su parte, Onésimo interrumpió el ejercicio del campo principal por espacio de diez minutos para corregir aspectos que no le agradaron y para mejorar la posición de algunos jugadores. Tras esto, reanudó la práctica introduciendo como novedad que el balón se debía pasar con un máximo de dos toques. En este sentido, el Chincheta alabó la precisión de Toribio y recriminó a Ruso García que no presionara con más intensidad a los defensas rivales. Finalmente, el encuentro de entrenamiento terminó con empate a dos y el míster ordenó que todos los jugadores realizaran una serie de 20 abdominales por no lograr la victoria ningún grupo.

Foto: MÁA

La función de los pivotes 

El siguiente ejercicio dispuesto por el técnico castellano-leonés consistió en dividir a la plantilla en cuatro grupos, dos de ataque y otros dos de defensa, para entrenar la cobertura ofensiva y defensiva. En esta labor, destacó la buena capacidad taponadora de Catalá y Onésimo recordó a los pivotes defensivos (Nafti, Eddy y Acciari) la importancia de que se esfuercen por robar el balón a los atacantes siempre que puedan y, cuando les sea imposible, que presionen al rival para que el equipo tenga tiempo de rearmarse en defensa.

Después de esta práctica, la sesión volvió al campo anexo donde el técnico organizó un partidillo de cinco contra cinco en el que Eddy, Nafti, Óscar Sánchez, Jonnathan Gómez y Miguel Albiol estuvieron en un bando y Mario Marín, Acciari, Ruso García, Paco Sutil y Carrasco en otro. Los porteros para esta actividad fueron Alberto y Javi y el resto de la plantilla realizó una serie de estiramientos con Xavi Bartolo y se retiró.

Una vez terminado el “partidillo”, cada jugador de un equipo tuvo que intentar regatear a su oponente tratando que la jugada terminara en gol con un tiempo máximo de 30 segundos para terminar el ejercicio. Tras esto, Onésimo diseñó otro ejercicio en el que mandó el balón por alto y, después de que éste diera un bote, el jugador debía controlar el esférico y disparar a gol para luego volver a recuperar la posición inicial. Por otra parte, el técnico volvió a ordenar un partidillo de cinco contra cinco que terminó con empate a dos nuevamente.

Entrenamiento de la tarde 

La sesión vespertina se prolongó durante 80 minutos y comenzó con una charla de Onésimo de diez minutos en la que repasó conceptos que los jugadores deben tener claros para la dinámica de trabajo. Después, Xavi Bartolo dirigió dos vueltas al campo de sus pupilos en carrera continua primero y conduciendo el balón después.

Foto: MÁA

En este ejercicio, también se realizaron cambios de ritmo con el esférico en los pies y si dieron toques sin que botara la pelota. En esta práctica, estuvieron ausentes Mauro Dos Santos y Saúl, aunque este último se encontró trabajando en el gimnasio para recuperar la forma. Tras esta batería de ejercicios de calentamiento, el entrenador organizó un partido a campo completo con Alberto y Javi Jiménez como porteros en el que primó practicar la salida del balón desde el saque de los guardametas. El técnico explicó al inicio de la actividad una cuestión que los jugadores debían tener clara: “Aunque sea un entrenamiento no podemos perder la pelota”.

Foto: MÁA

De igual manera, One resaltó la importancia de que los atacantes presionaran desde la salida del balón rival e insistió en el juego por las bandas. Asimismo, corrigió a Alberto que juegue el esférico en largo cuando no vea espacios para pasar en corto. Durante la primera parte del partido, destacó la buena labor defensiva de Nafti actuando por delante de la línea defensiva y la salida del balón de forma ordenada que propició Emilio Sánchez. El ejercicio siguió después de que el míster aclarara unas cuestiones a sus jugadores y diera algunas correcciones como intentar que la presión de los atacantes obligue al rival a jugar en largo y precipitarse. En esta segunda parte, las jugadas se empezaron desde la portería contraria y el “Chincheta” continuó corrigiendo a su gente: “Muchas jugadas de ataque las perdemos por no comunicarnos con el compañero y aprovechar el espacio”. En el mismo sentido, alertó a Catalá de que, cuando robe el balón, se preocupe más de tocar y pasar con rapidez que de conducir la bola hacia delante. Por otra parte, en la segunda parte del encuentro destacó la actuación de Sutil en el robo de balones y armando el ataque.

La fase final de la sesión de tarde estuvo marcada por las sesiones de estiramientos para recuperar la musculación mientras el entrenador continuó remarcando conceptos que la plantilla debe asumir cuanto antes: “No tenemos tiempo, nos jugamos la vida el sábado. El que tenga dudas que lo diga en público o en privado, pero no podemos llegar al sábado con dudas”.

Asimismo, también remarcó otro aspecto que el equipo debe explotar: “Debemos usar las segundas jugadas porque existe gente arriba que puede mantener el balón para armar el ataque como Sutil y Emilio”. Además, se mostró inflexible con el asunto de las expulsiones: “Es innegociable que el Real Murcia se deje de quedar con diez más veces. Solo puede ser por algo terrible y os aviso que si alguien se expulsa de forma tonta no me lo hará otra vez; y no es una amenaza”. Al respecto, puso como ejemplo una tarjeta roja que le mostraron a Molinero en el campo del Barça B a los 20 minutos de juego en la temporada 2010-11 cuando técnico y lateral derecho coincidieron en el Huesca. “Esto aquí no puede ocurrir”, aseveró el vallisoletano.