Remontada épica del Real Murcia

Manuel López Garre · Enviado Especial a Tarragona

SE GANARON ALGO MÁS QUE 3 PUNTOS: AUTOESTIMA

MENTALIDAD. Esa es la clave que está marcando al Real Murcia de esta temporada, como verán no hablo de un problema, sino de una clave, algo que ya viene siendo patente en muchos partidos, muestra de ello son los penaltis errados, pero que en la tarde de ayer quedó más que ratificado, aunque en esta ocasión para bien.



Para no variar mucho la tónica nuestro Real empezó con un jarro de agua fría, a los treinta segundos de partido Campano de fuerte disparo, marcó desde fuera del área uno de esos tanto que nunca llega a olvidar ningún jugador por su bellísima factura. Fue entonces cuando el Real Murcia reanudó el partido nuevamente y desde ese mismo momento se hizo dueño y señor del mismo y fue el único equipo que quiso y pudo mandar y dominar tratando con cariño el balón y entrando por las bandas con mucho peligro. Pero no era suficiente, el equipo, superior en calidad pese a la diferencia clasificatoria no se lo terminaba de creer, no tenía confianza en sí mismo, de ahí que hablará de mentalidad al principio y pese a crear muchas ocasiones siempre lo hizo con cierta timidez.

Cuando más daba la sensación de que los pimentoneros podían empatar llegó el segundo jarro de agua fría, en una jugada aislada, Sergio Fernández resbaló en un terreno de juego deliberadamente mojado por el sistema de riego minutos antes del comienzo, y el balón tras darle en el pecho, estando él ya en el suelo, le golpea claramente en la mano. El árbitro, asistido por su juez de línea, decreta justo penalti, aunque, eso sí, muy inocente. Redondo lanza, y engañando a Elía hace subir el 2 – 0 en el electrónico del Nou Estadi. Parecía la sentencia pero ni el más optimista podía esperar lo que posteriormente pasaría en el encuentro.

Minutos antes Juancho ya había tenido que emplearse a fondo en la que podríamos decir única ocasión con verdadero peligro que no consiguieron materializar los tarraconenses, en un mano a mano con el senegalés N'Gal.

Acto seguido a la pena máxima, en un corner botado por enésima vez al primer palo Mejía cambia la suerte por fin, tras tantos y tantos saques de esquina desperdiciados esta campaña despejados en el primera palo, esta vez, el 'capi' consigue peinarla y entrando en el segundo palo, 'Natagol' hizo muestras de su gran olfato anotador y acorta distancias en el marcador a falta de un par de minutos para el descanso.

En el intermedio los de casa vuelven a regar el campo, demostrando el poco interés que tenían por que se pudiera realizar la práctica del fútbol sobre el césped del estadio tarraconense.

Y seguramente fue en esos momentos de descanso donde se forjó la victoria grana, en los vestuarios, nunca lo sabremos realmente pero se pudo intuir, y es que la charla que tuvo que impartir a sus pupilos el bueno de Jose González tuvo que ser memorable. El equipo saltó al terreno de juego con alas, con todo de cara, con lo que casi siempre les falta, creérselo, en definitiva, con confianza. La mentalidad se había vuelto nuevamente clave, pero en este caso de cara, a nuestro favor, y los jugadores murcianistas iban a realizar los mejores 5 minutos que un once haya podido disputar con la elástica grana en lustros. Iban con moral merced al tanto antes del descanso y las palabras de aliento y ánimo del mister. Y así fue, el Murcia jugó nuevamente la pelota, entrando con mucho peligro por banda, pero con la suerte de cara, la suerte que da la confianza en que eres capaz de marcar el devenir de un encuentro que se había puesto cuesta arriba.

Sin duda la banda derecha de la dupla Isaac-De Coz llevó ocasiones a nuestro casillero, pero las más claras fueron para la banda izquierda con Pedro-Escudero que nada más hacer rodar el esférico hicieron una bonita combinación y Pedro la acabó con un espléndido regate y un centro para enmarcar que Chando no desperdició y fusiló la meta de Rubén con un enorme testarazo. El equipo fue en volandas a por la victoria y acto seguido, nuevamente Pedro manda un balón al hueco entre líneas sorprendiendo a los centrales locales, Chando controla la pelota pero el meta del Nástic lo tapa bien, el balón sale despedido hasta los pies de Bruno que llegaba desde la segunda línea y con mucha sangra fría pone al Murcia por primera vez por delante en el marcador. El medio murcianista lo dedicó a la treintena de aficionados desplazados en tierras catalanas, que siempre confiaron en ellos pese al mal arranque.

El resto del encuentro fue una réplica de la primera parte pero con un conjunto grana, en el día de ayer de celeste, crecidísimo. El dominio persistió y sólo a falta un cuarto de hora para la conclusión los de Ferrando apretaron los dientes y para colmo pimentonero ahora tocaba volver a sufrir. Los últimos minutos siempre les ha costado muchos puntos a los murcianos pero esta vez no, esta vez había una mentalidad ganadora y nadie le podía arrebatar lo que los jugadores se habían ganado durante 89 minutos de dominio. Hasta la picaresca hizo acto de presencia y los últimos cinco minutos fueron de pérdida de tiempo con Pedro y Mario Rosas, que entró en la segunda mitad a falta de media hora por Chando que en un principio se creyó lesionado, se dedicaron a retener la pelota en el saque de esquina, táctica que siempre hemos tenido que ser nosotros los que la sufrieramos, ante la desesperación de los jugadores locales y de su parroquia que mostró su descontento hacia el entrenador Cesar Ferrando escuchándose desde la grada gritos en su contra.

El árbitro dio por finalizado el encuentro y se pasó al éxtasis y al júbilo de los aficionados y los jugadores que formaron un binomio perfecto y mostraron su agradecimiento a éstos fundiéndose en emotivos abrazos. Los jugadores se marcharon hacia los vestuarios pero distintos, como si fueran más altos, más fuertes, incluso podría decirse que más guapos, tras los reconfortantes abrazos con el murcianismo. Y es que habían conseguido salir con la cabeza bien alta tras pasar por sus mentes otro nuevo palo, tras haberse visto derrotados con el dos a cero. Se iban del Nou estadi con algo más que tres puntos, se iban con otra mentalidad, se iban con CONFIANZA en sí mismos.

Esperemos que la semana que viene ante la Real Sociedad no se le olvide al aficionado murcianista lo que es capaz de hacer este equipo, pero que sólo con ánimo y buenas formas se puede exprimir todo el jugo que tiene. A priori es muy difícil el encuentro ante el colíder de la categoría, salvo que ahora sólo tienen un rival y no dos, los vascos, ellos mismos para sí han dejado de serlo.