lunes, 25 de enero de 2010
La mala suerte también se ceba conmigo
Resulta que el sábado por la noche, antes de la cena de amigos en la que celebré mi cumple, a un familiar muy allegado le atracaron a punta de navaja y le echaron spray en un ojo. Ya el domingo, después del partido, no encontraba mi coche en la Nueva Condomina. Lo aparqué lejísimos y dando vueltas y mojándome sin paragüas no daba con él. Gracias a un buen murcianista (Diego) lo encontré. Me subió a su coche y dando vueltas lo encontramos. Me monté en el QB-car a las 19:30 horas (sí, lamentable verme dando vueltas al estadio durante 30 minutos, estas cosas en la vieja no ocurrían) y me topé con una retención flipante por un leve accidente (atasco originado por el 'sopereo' del personal). A los 50 minutos llegué por fin a casa. Para rematar la faena, la cena me sentó como un tiro y me tuve que tomar un almax porque mi barriga parecía el Entierro de la Sardina...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Coño Quique, pues menudo fin de semana más negro.
Y para remate la cena... ¡Que lo mejor es un buen hervido! y pasas una noche buenísima.
A currar.
Pedro
Lo peor (o de lo peor) es que el atracador estará en la calle, tanto si lo han detenido como si no.
En este país delinquir es muy barato. Vergüenza de leyes dejando a psicópatas libres en unos meses.
¿no encuentrabas tu coche?...esos lapsus lingüísticos...
Gracias por leerme y corregirme.
Publicar un comentario