El oficio grana anega al Numancia

La balanza del fútbol fue por fin justa con el Real Murcia. Los pimentoneros fueron justos merecedores de la victoria, ya que crearon ocasiones importantes, más que el Numancia, y maniataron el juego de los sorianos que apenas llegaron a inquietar en un par de ocasiones la meta de Elía. En otras jornadas los murcianos habían hecho muchísimo más para merecer los tres puntos pero la fortuna siempre dio la espalda. La salvación está a 2 puntos y alcanzarla tiene visos de ser algo que tardará, por lo que habrá que encomendarse a la paciencia.



El gol murcianista (flash-back Daniel Toribio Aquino-Juan Ramón Comas) fue obra de la pareja Natalio-Chando, gracias a un genial pase de Isaac. El pichichi grana le ganó la espalda a la defensa numantina y cedió un excelente pase a Chando que acabó en el 1-0 en el minuto 13 (esta vez sí que tuvo la puntería que se le negó en El Alcoraz). El ataque local ya había avisado en varias acciones anteriores, fruto de una encomiable ambición y entusiasmo por matar el partido cuanto antes.

La mejor ocasión castellano-leonesa fue de Mario Martínez, que lanzó un disparo potentísimo que a mano cambiada despejo brillantemente Elía. El meta navarro esta vez sí que fue un seguro por alto y transmitió tranquilidad a sus compañeros y a la grada.

El Numancia, un buen equipo de la categoría que aspira al ascenso, se vio superado por la extraordinaria manera de defender del Real Murcia. La necesidad imperiosa de salir de los puestos de descenso es una losa para las botas de los jugadores grana, que en algunas ocasiones pagaron la ansiedad por el triunfo y en algunos momentos se deslució una victoria sólida ante un rival importante. Eso sí, el Real Murcia dominó al Numancia en todo momento.

En la segunda parte Gonzalo Arconada sacó a todos sus delanteros pero no con esas pudo contra la zaga murcianista. Ya al final del encuentro, un disparo de Barkero, el hombre clave del conjunto de Soria, y otro de Íñigo inquietaron a la grada murciana y por su lado el Real Murcia pudo ampliar su renta si Natalio y Quique García hubieran aprovechado sus oportunidades.

El Real Murcia brilló defendiendo y no atacó en tantas ocasiones como en otros encuentros. Pero de eso se trata, de saber jugar como un equipo de Segunda, una categoría que este año ha sido muy injusta con el club grana. El equipo está obligado a ganar incluso jugando fatal, que ni mucho menos es el caso de este domingo. El triunfo contra el Numancia pudiera ser una buena lección para el bando realista, para ir preparando una versión futbolística diferente (el Huesca, por ejemplo, sabe lo que es eso) cuando las circunstancias lo reclamen.

Los disgustos del choque llevaron la firma de Lizondo Cortés. El árbitro desquició a la grada en el tiempo de descuento, expulsó estúpidamente a uno de los hombres más en forma de la plantilla (Miguel Albiol), a un recogepelotas (en otros campos de España desaparecen misteriosamente) y utilizó un rasero inexplicable para las tarjetas. Y yo juraría que se comió un penalti como una catedral en los primeros minutos de juego.

PD1: La lesión de Del Pino en la primera mitad fue clave, es el futbolista más desequilibrante del Numancia.

PD2: Como ganaron casi todos los de abajo la clasificación se comprime más. Habrá equipos que saldrán de abajo pero otros se meterán de lleno en la lucha por la salvación. Se pueden meter en el lío Rayo, Las Palmas y Córdoba.

PD3: El Real Murcia no ganaba en casa desde el 6 de diciembre frente al Real Betis.

PD4: ¡Precioso el tifo antes del partido!

PD5: La grada supo jugar su partido. En eso también crece el Real Murcia.

PD6: La plantilla entrenó después del partido.