Desolador. El Real Murcia cayó frente al colista y se convierte en farolillo rojo de la división de plata. El resultado es calamitoso pero todavía más la imagen del equipo, que no sabe a lo que juega y que demuestra una inoperatividad futbolística alarmante. Nadie sabe crear, no hay un estilo definido y cuando el gol se acerca nadie es capaz de hacerlo realidad: síntomas gravísimos que confirman mi diagnóstico de hace unas semanas: De cabeza y sin freno a Segunda 'B'.
Metido en un lío clasificatorio preocupante, el Real Murcia, tras su derrota en Vallecas, afrontaba partido a partido su incierto devenir en la categoría. Olvidándose del pasado venció por un claro 3-0 al Real Unión de Irún. Con la esperanza de ver un poco de luz al final del túnel, los de Jose González buscaron en Castalia sumar tres puntos y hundir al último clasificado. Ninguna de las dos cosas ocurrió y el panorama ya es tenebroso.
La primera parte fue pasable hasta que llegó el 1-0, antes del tanto de Ulloa las ocasiones más claras fueron firmadas por los pimentoneros (sobre todo el palo de Natalio y el dudoso gol anulado al valenciano). Ya en la segunda comenzó la pesadilla. El segundo gol castellonense, obra de Dani Pendín, vino otra vez por la banda izquierda grana. Dio la impresión de que en el Castellón había orden de atacar por ese lado, era por donde más fluía el juego ofensivo local. Óscar Sánchez marca paupérrimante, le da muchos metros al rival y así llegan los centros; luego Mejía (que no llega a un solo balón a tiempo) no es capaz de barrer los rechaces de los centrales y claro... se producen goles. No se trata de culparles exclusivamente a ellos porque es un problema de equipo, pero su incapacidad es la que más clama al cielo y la que más quema en la grada.
En el Real Murcia no existe arrojo, no hay coraje, no hay futbolistas con personalidad que tiren del carro cuando las cosas van mal. Sergio Fernández trata de espolear a sus compañeros, el único. Hay jugadores que no piden la pelota, que no se ofrecen y que no meten el cuerpo (Natalio, además de fallar ocasiones constantemente, no sabe lo que es ir al choque).
Jose González planteó un centro del campo absolutamente defensivo con Pereyra y Mejía, así la creación fue imposible. Pereyra no se hizo en ningún momento con un sitio y Mejía es un cúmulo de despropósitos en cualquier puesto. Los cambios llegaron muy tarde, Bruno fue de los pocos que se salvó, el jerezano se echó el equipo a las espaldas y motivó con sus ganas el gol grana que firmó Isaac. Chando no aportó nada y Pedro, sin apenas tiempo, tampoco. No se advirtió ninguna variante táctica y eso que los Jose González perdían por 2-0. El banquillo no ayudó a mejorar la situación.
Los murcianistas pudieron empatar al Castellón (el gol de Isaac fue en claro fuera de juego), que estaba aterrorizado y encajonado en los minutos finales, pero el balón no entró. Hubo varias ocasiones pero no hay gol en este equipo. Pero un empate tampoco hubiera servido de mucho, el equipo huele a descenso por todos los costados y a finales de diciembre es muy triste contemplar que hay ya muchos aficionados que comparten que se está con un pie en la Segunda División 'B'. La salvación está a cinco puntos.
PD1: Lo mejor fueron los casi 40 murcianistas que se desplazaron en sus vehículos particulares para apoyar al Real Murcia en Castalia. Pasaron una tarde lluviosa y desapacible, lejos de sus casas y eligiendo al Real Murcia antes que al súper-clásico. No me quiero olvidar de la afición local, los casi 4000 castellonenses fueron señores y caballeros y aplaudieron a los hinchas murcianistas que se fueron muy dolidos por la dura derrota.
PD2: ¿Hay solución? Para empezar a pensar en milagros: fichajes contrastados en el mercado invernal y rescisiones de varios jugadores.
1 comentario:
Quique vamos fatal....que solución tiene esto? estoy acojonado
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